Sta. Gianna se convirtió en médica en una era en que este camino era inusual para las mujeres. Escogió una carrera en medicina por su profundo deseo de servir a los más vulnerables: los pobres, los ancianos, las madres y los jóvenes. Cada día, los profesionales de la salud, como santa Gianna tienen la enorme responsabilidad de cuidar el don de la vida humana, en toda su fragilidad y vulnerabilidad. Hoy, rezamos por los trabajadores de la salud, para que el Espíritu Santo los guíe para que fielmente atiendan a todas las personas que se les encomienda.
Oremos:
Oh Madre Santa, recibiste la buena nueva de la encarnación de Cristo, tu Hijo, con fe y confianza. Concede tu protección a todas las embarazadas que enfrentan dificultades.
Guíanos en nuestro esfuerzo por hacer de nuestras comunidades parroquiales lugares de acogida y asistencia para las madres necesitadas. Ayúdanos a convertirnos en instrumentos del amor y la compasión del Dios bondadoso.
María, Madre de la Iglesia, ayúdanos a crear la cultura de la vida y la civilización de amor, junto con todas las personas de buena voluntad, para alabanza y gloria de Dios Creador, y amante de la vida. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
La Novena a Santa Gianna