Muchas familias hacen lo mejor que pueden para equilibrar su trabajo, el cuidado de los hijos y otras obligaciones, a menudo en un ambiente de inseguridad. Muchas familias sufren gran presión económica, y tienen problemas para pagar alimentos y vivienda. Dios proyectó a las familias para que fuesen nuestra mayor fuente de amor humano y apoyo. Rezamos para que todas las familias puedan satisfacer sus necesidades materiales, y para que reciban gracias espirituales para crecer en el amor y apoyo mutuo.
Oremos:
Oh Madre Santa, recibiste la buena nueva de la encarnación de Cristo, tu Hijo, con fe y confianza. Concede tu protección a todas las embarazadas que enfrentan dificultades.
Guíanos en nuestro esfuerzo por hacer de nuestras comunidades parroquiales lugares de acogida y asistencia para las madres necesitadas. Ayúdanos a convertirnos en instrumentos del amor y la compasión del Dios bondadoso.
María, Madre de la Iglesia, ayúdanos a crear la cultura de la vida y la civilización de amor, junto con todas las personas de buena voluntad, para alabanza y gloria de Dios Creador, y amante de la vida. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
La Novena a Santa Gianna